La comunidad china en Panamá realizó una vigilia en el mirador del Puente de las Américas para exigir justicia tras la demolición del monumento erigido en homenaje a los 150 años de la presencia china en el país. La acción, ordenada por la Alcaldía de Arraiján, generó múltiples reacciones de rechazo en distintos sectores de la sociedad panameña debido al alto valor histórico, cultural y simbólico del monumento.
Durante la vigilia, los miembros de la comunidad china expresaron su indignación por la forma en que se procedió con la demolición y solicitaron una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, se pronunció públicamente sobre el hecho, afirmando que "no hay justificación alguna" para la demolición y anunció que está coordinando con la ministra de Cultura la posibilidad de reconstruir el monumento a través de la figura de patrimonio histórico.
La demolición del monumento en el mirador del Puente de las Américas continúa generando debate público y reclamos de sectores que consideran que la acción representó un atentado contra la memoria histórica y la convivencia multicultural del país. Algunos grupos han planteado la construcción de un nuevo monumento, mientras que la comunidad china ha sido enfática en solicitar una investigación exhaustiva sobre el proceso que llevó a la demolición.
El tema escaló al plano nacional luego de las declaraciones del presidente Mulino, quien señaló que la eventual reconstrucción del monumento no exime de responsabilidad legal a la alcaldesa de Arraiján, Stefany Peñalba, por la decisión adoptada. La comunidad china en Panamá continúa movilizada y exigiendo justicia por la demolición de un símbolo de su legado e integración en el país.

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