La actriz, cantante y activista Brigitte Bardot, una de las figuras más icónicas de la cultura francesa, falleció a los 91 años. Bardot, quien se convirtió en la primera celebridad en ser utilizada como modelo para Marianne, el símbolo de la República francesa, personificó una nueva Francia: audaz, libre y poco convencional.
Bardot, conocida cariñosamente como "BB", fue una figura controvertida y compleja. Admirada y denostada a partes iguales, se convirtió en un emblema de la modernidad y la liberación, pero también fue acusada de ser una misántropa gruñona y sin filtros, que se unió al Frente Nacional de extrema derecha y fue condenada en múltiples ocasiones por "incitar al odio racial".
Sin embargo, Bardot dejó una huella indeleble en la cultura popular y el imaginario colectivo francés. La película que la convirtió en estrella a sus veintitantos años, "...Y Dios creó a la mujer", de 1956, marcó un punto de inflexión en la historia cinematográfica del sexo, el sol y una cierta imagen de Francia.
Bardot, además de su exitosa carrera cinematográfica, también se aventuró en la música, lanzando sencillos y especiales de televisión que se convirtieron en auténticos clásicos. Su especial de 1968, con versiones imaginativas de canciones de Serge Gainsbourg, adquirió rápidamente estatus de culto.
Pero Bardot no solo se destacó por su talento artístico, sino también por su activismo en defensa de los derechos de los animales. Fue una incansable defensora de esta causa, y fue este compromiso el que la llevó a dejar la actuación en 1973, a los 38 años, para dedicarse por completo a la protección animal.
A lo largo de las décadas, Bardot se hizo tan famosa por su política como lo había sido antaño por su carrera. Concedía entrevistas con regularidad y opinaba libremente, generalmente para lamentarse por la situación del mundo en general y de su propio país en particular. Incluso expresó su apoyo a figuras de la extrema derecha, lo que le valió múltiples condenas.
Pese a sus controversias, Brigitte Bardot dejó una huella indeleble en la cultura francesa y en el imaginario colectivo mundial. Su legado como actriz, cantante, activista y símbolo de una nueva Francia perdurará por generaciones.











