El cierre de la frontera entre Ecuador y Colombia en la provincia de Carchi lleva más de cuatro días, paralizando el comercio entre las poblaciones de ambos países. La situación ha afectado gravemente a los residentes de las zonas fronterizas, quienes dependen del intercambio comercial binacional.
El bloqueo comenzó el pasado lunes 29 de diciembre, sin que se conozcan aún las causas oficiales del mismo. Autoridades de ambos países se encuentran trabajando para restablecer la circulación de personas y mercancías a la brevedad posible.
"Es una situación muy complicada para nosotros, que dependemos del comercio con nuestros vecinos colombianos. Muchos negocios ya no pueden abrir y las familias están sufriendo las consecuencias", comentó María Fernanda Gómez, residente de la ciudad fronteriza de Tulcán.
Los sectores más afectados son el transporte de carga, la venta de productos agrícolas y los servicios turísticos, que se han visto drásticamente reducidos durante estos cuatro días de bloqueo. Autoridades locales han hecho un llamado a los gobiernos central y binacional para encontrar una solución urgente a esta crisis.
"Necesitamos que se restablezca cuanto antes el paso fronterizo. Cada día que pasa es una pérdida enorme para nuestras economías locales", agregó el alcalde de Ipiales, ciudad colombiana limítrofe con Carchi.
Si bien no se han dado a conocer las razones oficiales del cierre, trascendió que podría deberse a problemas de seguridad o de control migratorio. Ambos países mantienen una estrecha coordinación para resolver esta situación que afecta a cientos de familias en la zona.
Hasta el momento, no se ha informado sobre una fecha estimada para la reapertura de la frontera. Mientras tanto, los residentes de las poblaciones fronterizas continúan a la espera de una solución que les permita retomar sus actividades económicas habituales.
