La comunidad de la Mojana, en Colombia, denuncia que las obras de ampliación del Canal de la Esperanza, realizadas por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), han generado más perjuicios que beneficios a la región.
Según el líder comunitario Oswaldo Díaz Pupo, las obras no se hicieron de manera adecuada, lo que provocó que se formara una isla en el canal y se redujeran significativamente las profundidades, de hasta 11 metros antes de la intervención, a solo 4 metros en la actualidad.
"Las obras del Canal de La Esperanza solo sirvieron para llenar los bolsillos de Carlos Carrillo y de su asesor Celia. Ellos en lugar de poner una maquinaria idónea para ampliar el canal lo que hicieron fue poner una retro y esta lo que hizo fue remover la tierra de arriba, en la parte derecha, y esa iba cayendo al centro del canal y formó una isla", afirmó Díaz Pupo.
Por su parte, la UNGRD ha reportado que la obra de ampliación del canal ha permitido reducir el riesgo de inundaciones en la región, al incrementar en más del 20% la capacidad hidráulica del canal, que ahora puede transportar hasta 300 m3/s adicionales durante las crecientes.
Sin embargo, los líderes de la Mojana insisten en que las obras han sido perjudiciales y que el boquete de Cara e' gato, de más de 60 metros de ancho, sigue sin ser cerrado, lo que continúa generando problemas en la zona.
La disputa entre la comunidad y la entidad gubernamental pone de manifiesto la complejidad de los proyectos de infraestructura en áreas vulnerables, donde los intereses de las autoridades y las necesidades de la población local no siempre se alinean.
Mientras la UNGRD celebra la finalización de la obra de emergencia, los habitantes de la Mojana reclaman que se atiendan sus verdaderas necesidades y se implementen soluciones que realmente beneficien a la región.
