El Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá informó que este lunes 29 de diciembre deportaron y expulsaron a un total de 43 ciudadanos extranjeros hacia la ciudad de Medellín, Colombia.
De acuerdo con las autoridades, 30 de estos extranjeros fueron deportados por mantener un estatus migratorio irregular, mientras que otros 13 fueron expulsados por representar un riesgo para la seguridad y el orden público del país.
Las autoridades migratorias detallaron que esta medida se adoptó luego de comprobar que los deportados y expulsados mantenían diversos antecedentes penales, entre ellos: posesión de arma de fuego, posesión simple de drogas, delitos por fabricación y tráfico de armas de fuego, delitos contra la seguridad colectiva en la modalidad de tráfico de drogas, delito contra la humanidad en la modalidad de tráfico ilícito de migrantes, antecedentes por homicidio calificado y robo agravado, así como antecedentes criminales en los Estados Unidos.
Además, las autoridades informaron que algunos de estos extranjeros habían reingresado al país evadiendo los puestos de control migratorio, lo que agravó su situación.
Esta acción se enmarca en los esfuerzos del gobierno panameño por mantener la seguridad y el orden público, así como controlar los flujos migratorios irregulares que pueden representar un riesgo para la sociedad.
Panamá, como país de tránsito de migrantes, ha enfrentado desafíos importantes en materia migratoria, lo que ha llevado a las autoridades a endurecer las medidas de control y deportación de extranjeros con antecedentes delictivos.
Expertos en seguridad y migración han aplaudido esta decisión, argumentando que es necesario tomar acciones firmes para evitar que delincuentes extranjeros se aprovechen de la vulnerabilidad del país. Sin embargo, también han hecho un llamado a fortalecer los mecanismos de cooperación internacional y de atención a los migrantes en situación de vulnerabilidad.












