En el 2025, el panorama laboral peruano experimentó una transformación significativa, con el trabajo híbrido, la inteligencia artificial (IA) y las oficinas flexibles como protagonistas de un entorno de trabajo más equilibrado, eficiente y centrado en la experiencia del empleado.
Según un estudio realizado por WeWork y Michael Page, el 48% de los trabajadores peruanos opera actualmente bajo esquemas híbridos, lo que confirma que este modelo ya forma parte del estándar laboral en el país. Las empresas han orientado la presencialidad a actividades que requieren coordinación, colaboración o alineamiento estratégico, reduciendo prácticas rígidas o presenciales sin propósito.
"La oficina dejó de ser un lugar al que se va por obligación. Hoy cumple un propósito claro: potenciar ideas, coordinación y cultura. La tecnología ayuda a entender cómo se usan los espacios, pero la interacción humana sigue definiendo el valor del encuentro presencial", explica Claudio Hidalgo, presidente de WeWork Latinoamérica.
La integración de la IA en la rutina laboral también ha sido clave. El 83% de los encuestados considera a la IA como una herramienta de apoyo, lo que ha permitido a las organizaciones implementar soluciones que optimizan operaciones sin desplazar funciones humanas. Sistemas de análisis de ocupación, herramientas predictivas y automatización de tareas repetitivas han facilitado una planificación más eficiente de la presencialidad, evitando recursos subutilizados y mejorando la coordinación diaria.
Además, el 72% de los trabajadores peruanos valora oficinas que se adapten a diferentes tipos de actividades, desde la concentración individual hasta las sesiones colaborativas. Esta preferencia ha impulsado la adopción de espacios más versátiles y entornos que facilitan la experiencia del usuario, especialmente en zonas corporativas como San Isidro y Miraflores.
"Este año comprobamos que la oficina funciona mejor cuando respeta el ritmo real de los equipos. La IA ordena, la flexibilidad equilibra y la presencialidad fortalece la cultura", concluye Hidalgo.
La lectura del 2025 muestra que la oficina peruana ha avanzado hacia un modelo donde la tecnología ayuda a organizar mejor los procesos y la presencialidad recupera valor por su capacidad de fortalecer la cultura y la coordinación. No se trata de regresar a esquemas previos a la pandemia, sino de ordenar los elementos que hoy definen la experiencia laboral.
