Un desarrollador independiente conocido como 'arenajunkies' ha creado un ambicioso proyecto personal llamado Dreadmyst, un MMORPG (juego de rol multijugador masivo en línea) gratuito que se lanzará en Steam el 9 de enero de 2026. Lo más sorprendente de este título es que ha sido desarrollado íntegramente por una sola persona, sin utilizar herramientas prefabricadas, sino un motor propio construido desde los cimientos, acumulando un total de 80.000 líneas de código escritas a mano durante los fines de semana del último año.
En una industria dominada por motores gráficos comerciales como Unity o Unreal Engine, la revelación de este proyecto ha sacudido a la comunidad de programación de videojuegos. Dreadmyst se perfila como una anomalía fascinante en el mercado actual, no solo por su naturaleza solitaria, sino también por la audacia técnica de su ejecución.
El desarrollador, quien se identifica como un gamer y desarrollador profesional en su vida laboral cotidiana, confesó que Dreadmyst nació de una necesidad personal de completar un ciclo de desarrollo. Harto de la fragmentación de su trabajo habitual, decidió emprender esta cruzada técnica como un pasatiempo puro, con la intención de recuperar la esencia de la creación de videojuegos: la pasión por construir mundos complejos, línea de código a línea de código.
A diferencia de los anuncios promocionales habituales, el autor dedicó gran parte de su exposición a detallar la arquitectura interna del software, compartiendo cifras vertiginosas para un trabajo en solitario. El proyecto se ha erigido sobre lenguajes C y C++ junto con OpenGL, dividiéndose en aproximadamente 33.000 líneas de código para la infraestructura del servidor y otras 47.000 para el cliente de juego.
Más allá de la proeza de programación, Dreadmyst se presenta como una propuesta jugable sólida y clásica, con una perspectiva isométrica (vista diagonal desde arriba) y una experiencia de fantasía tradicional donde los jugadores asumen el rol de aventureros que exploran mazmorras para mejorar sus capacidades. El sistema permite elegir entre cuatro clases distintas, cada una con un árbol de desarrollo complejo que fomenta la creación de "builds" o configuraciones estratégicas profundas.
Quizás el aspecto más refrescante de esta historia es la motivación detrás del proyecto, ya que el autor ha declarado explícitamente que no tiene intención de monetizarlo. Los costos de los servidores y el mantenimiento correrán por su cuenta, financiados por su propio bolsillo como quien invierte en cualquier otra afición.
Este juego, que llegará al mercado a principios de 2026 en Steam, confirma que existe un espacio para proyectos de autor que, lejos de buscar el lucro inmediato, buscan recuperar la esencia de la creación de videojuegos: la pasión por construir mundos complejos, línea de código a línea de código.
