La Oficina de Electrificación Rural (OER) ha emprendido una serie de acciones para subsanar las irregularidades heredadas de la administración anterior y acelerar los proyectos de electrificación en zonas vulnerables del país. Bajo la dirección de Antonio Clement, la OER ha detectado problemas como proyectos inconclusos, paneles solares abandonados y líneas eléctricas que solo beneficiaban a un número reducido de personas.
Estas anomalías, que en algunos casos contaban con el aval de la Contraloría, han sido suspendidas temporalmente para corroborar su viabilidad y asegurar que cumplan con los requisitos de los organismos internacionales. La OER ha iniciado un proceso de verificación de las zonas aún sin suministro eléctrico para adaptar las soluciones a las características de cada área, ya sea a través de líneas eléctricas o sistemas de energía solar.
Uno de los principales desafíos ha sido la falta de servidumbre en algunas zonas, lo que ha ocasionado el abandono de proyectos debido a los extensos procesos legales requeridos. Por ello, la OER hace un llamado a la ciudadanía para respetar los espacios comunes y facilitar la ejecución de las obras.
Para agilizar los proyectos y garantizar mayor transparencia, se ha aprobado que las empresas del sector energético sean las encargadas de la ejecución, reduciendo la burocracia estatal. Además, el dinero que antes se entregaba al Ministerio de Economía y Finanzas ahora se destina directamente a obras como "Mi Primera Luminaria", que lleva energía eléctrica a escuelas y hogares vulnerables.
Gracias a estas iniciativas, más de 120 escuelas y 5 mil personas se han beneficiado hasta la fecha, y se espera que para el próximo año la cifra aumente y se reduzca significativamente la cantidad de familias sin luz eléctrica en el país.
