El domingo, en plena jornada comercial, hombres armados llegaron a un mercado en la ciudad de Puerto López, en la provincia de Manabí, Ecuador, y abrieron fuego indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en el lugar, dejando un saldo de al menos 15 muertos.
Según las autoridades, el ataque fue perpetrado por bandas criminales que buscan "generar el miedo y la zozobra" en la región. El coronel Wladimir Acurio, jefe policial de Manabí, indicó que los responsables llegaron al sitio a bordo de una camioneta y varias motocicletas.
Tras la masacre, unidades especializadas de la Policía, como el Grupo de Operaciones Especiales (GOE), el Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y equipos de Inteligencia, se desplazaron a la zona para investigar el hecho.
Este ataque se suma a un fin de semana especialmente violento en el cantón de Puerto López, pues la víspera dos hombres fueron baleados dentro de una farmacia y en la noche otro hombre fue asesinado a tiros en el mismo municipio. La Policía Nacional atribuye estos hechos a una pugna entre bandas criminales.
Puerto López se encuentra en la provincia de Manabí, una de las cinco que permanecen bajo estado de excepción decretado en noviembre por el presidente Daniel Noboa, debido al aumento de la violencia criminal. Desde 2024, Ecuador vive además bajo un "conflicto armado interno" declarado por el mandatario para intensificar la ofensiva contra las bandas criminales con la actuación de las Fuerzas Armadas en operativos de seguridad.
Pese a estas medidas, el país atraviesa una escalada de violencia sin precedentes y en 2025 registra, en promedio, un asesinato por hora, según cifras oficiales. El comandante general de la Policía Nacional de Ecuador, Pablo Dávila, afirmó que aunque 2025 cerrará como el año más violento de la historia, los homicidios no alcanzaron el escenario crítico inicialmente proyectado, con ocho mil 847 asesinatos a escala nacional hasta el 19 de diciembre.
La masacre en el mercado de Puerto López es un reflejo de la grave crisis de seguridad que vive Ecuador, donde las bandas criminales han logrado expandir su control y sembrar el terror en amplias zonas del país. Las autoridades deben redoblar esfuerzos para poner fin a esta ola de violencia que ha cobrado la vida de cientos de ciudadanos inocentes.
