El pasado 12 de diciembre de 2023, un trágico accidente ferroviario sacudió a México. Dos locomotoras y cuatro vagones del Tren Interoceánico, que transportaban a 241 pasajeros y 9 miembros de la tripulación, descarrilaron en la Línea Z cerca de Nizanda, Oaxaca, dejando un saldo de 13 muertos y 36 heridos.
El incidente ocurrió cuando la máquina principal se descarriló, provocando que el tren cayera a un talud de aproximadamente siete metros de altura. Las labores de rescate, que incluyeron la participación de cinco ambulancias terrestres, una ambulancia aérea y alrededor de 40 elementos de sanidad naval, se llevaron a cabo de manera coordinada con autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Según la Secretaría de Marina, "se mantienen coordinaciones para determinar las causas de los hechos, así como las acciones necesarias para recuperar la operatividad de la vía férrea". La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario también trabajan para investigar las causas del descarrilamiento y planificar las acciones necesarias para restablecer la operatividad de la vía, con la seguridad de las personas y la infraestructura como prioridad.
El Tren Interoceánico, inaugurado en diciembre de 2023 por el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo ofrecer opciones de movilidad a precios asequibles. La Línea Z, que conecta Coatzacoalcos (Veracruz) con Salina Cruz (Oaxaca), tiene un costo de 476 pesos en la clase turista, incluyendo IVA y seguro de pasajero, con una duración estimada de seis horas.
Este trágico accidente ha puesto en evidencia la importancia de garantizar la seguridad y el mantenimiento adecuado de la infraestructura ferroviaria en México. Las autoridades han asegurado que se mantendrán informados a la población sobre los avances en la investigación y las acciones tomadas para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro.
