Los concejales del distrito de Arraiján expresaron, mediante un comunicado oficial, su profundo pesar por el derribo del monumento dedicado a la Comunidad China ubicado en el Mirador del Puente de Las Américas, y reafirmaron su compromiso con la preservación del patrimonio cultural del país.
En el pronunciamiento, los ediles manifestaron su solidaridad con los más de 300 mil ciudadanos de origen chino, quienes forman parte esencial de la historia, cultura y desarrollo de Panamá desde hace más de un siglo.
Asimismo, reiteraron su respeto hacia todas las comunidades que conviven en el distrito y subrayaron la importancia del diálogo y la participación como herramientas fundamentales para garantizar una convivencia pacífica, el entendimiento mutuo y la protección del patrimonio cultural.
El comunicado destaca que la diversidad cultural constituye un valor que fortalece la identidad nacional, por lo que los concejales instaron a promover mecanismos de consenso y comunicación ante decisiones que involucren elementos históricos y simbólicos para la sociedad panameña.
Esta declaración se produce después de que se conociera la demolición del monumento chino ubicado en el Mirador del Puente de las Américas, en Panamá. La acción generó una fuerte reacción de la comunidad china en el país, que exigió una explicación y la reconstrucción del símbolo.
Según informaciones previas, la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) asumió la responsabilidad por la demolición del monumento, argumentando que se trataba de una "estructura temporal" que debía ser retirada. Sin embargo, la medida fue ampliamente criticada por diversos sectores, que la consideraron un atropello al patrimonio cultural panameño.
Los concejales de Arraiján, en su comunicado, han dejado claro su rechazo a esta acción y su compromiso con la preservación de la diversidad cultural que enriquece la identidad de Panamá. Asimismo, han hecho un llamado al diálogo y la participación como vías para evitar este tipo de situaciones en el futuro.
La demolición del monumento chino ha puesto en evidencia la importancia de respetar y valorar las diferentes comunidades que conforman la sociedad panameña, así como la necesidad de establecer mecanismos efectivos para la protección del patrimonio cultural del país.
