Javier Faroni, un influyente productor teatral y dirigente cercano a Sergio Massa, se ha convertido en una figura clave dentro de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). A través de una empresa radicada en Estados Unidos, Faroni ha cobrado más de 260 millones de dólares en nombre de la AFA y su presidente, Claudio "Chiqui" Tapia, convirtiéndose en el principal intermediario entre la cúpula del fútbol y el excandidato presidencial.
El ascenso de Faroni en el mundo del fútbol argentino se ha dado en paralelo a su trayectoria política. Fue diputado bonaerense en 2015 y luego director de Aerolíneas Argentinas durante el gobierno de Alberto Fernández, cargo en el que enfrentó diversas controversias, como la repatriación del cuerpo de un millonario argentino fallecido por COVID-19 en Estados Unidos.
Tras dejar Aerolíneas, Faroni se sumergió de lleno en los negocios de la AFA. En diciembre de 2021, la entidad que preside Tapia lo contrató a través de su empresa TourProdEnter LLC, con sede en Miami, para que se encargue de la "representación comercial de la AFA" en el exterior, incluyendo la gestión de patrocinios, eventos y la promoción de la Selección Nacional.
Este acuerdo le otorgó a Faroni el control sobre los ingresos generados por la Selección Argentina en el exterior, justo un año antes de que el equipo de Lionel Messi se consagrara campeón del mundo en Qatar 2022. Según revelaciones periodísticas, este negocio multimillonario estaría siendo investigado por presuntas irregularidades.
Pero los vínculos de Faroni con la AFA no se limitan a este contrato. El empresario también incursionó en el negocio de la venta de entradas digitales para los partidos de la Selección y la Copa Argentina, a través de su empresa Deportick, que fue favorecida por la entidad que preside Tapia.
Además, Faroni se involucró en la organización de la "Expo AFA", una feria dedicada a celebrar el triunfo mundialista, y hasta intentó lanzar una frustrada "universidad de la AFA", sin los permisos correspondientes.
Consultado sobre estas revelaciones, Faroni defendió la legalidad de sus negocios con la AFA, afirmando que su empresa TourProdEnter LLC actúa como "agente comercial" de la entidad en el exterior, cumpliendo con la legislación vigente. Sin embargo, la magnitud de los contratos y la cercanía de Faroni con figuras clave del kirchnerismo y el massismo han despertado sospechas sobre posibles irregularidades.
El caso de Javier Faroni pone en evidencia la intrincada trama de intereses que rodea al fútbol argentino, donde los negocios multimillonarios se entrecruzan con la política y la influencia de ciertos grupos. A medida que se profundicen las investigaciones, se espera que surjan más detalles sobre el alcance de este escándalo que sacude a la AFA.
