El eczema, también conocido como dermatitis atópica, es mucho más que una simple condición de piel seca. Se trata de una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, causando una picazón intensa, inflamación y, en ocasiones, impactando profundamente en la calidad de vida de quienes la padecen.
Según el Dr. Alejandro Torres, un destacado dermatólogo, el eczema se caracteriza por ser "una enfermedad crónica de la piel, lo que significa que es una condición de larga duración que provoca parches secos, rojos y con mucha picazón". El síntoma más definidor de esta afección es precisamente esa picazón (prurito) tan severa que puede interrumpir el sueño, el trabajo y la concentración de quienes la sufren.
"No es una picazón suave, puede ser tan severa que interrumpe el sueño, el trabajo y la concentración. Y aquí viene el ciclo vicioso: la persona se rasca y ese rascado daña más la barrera cutánea, lo que intensifica la inflamación y el deseo de rascarse", explica el experto.
Uno de los aspectos clave del eczema es su componente genético y su relación con otras condiciones alérgicas. "El eczema a menudo forma parte de lo que llamamos la 'Marcha Atópica'. Es una predisposición genética. Si usted tiene eczema, hay una alta probabilidad de que usted o sus familiares cercanos también puedan tener otras afecciones alérgicas, como asma, rinitis alérgica (fiebre del heno) o alergias alimentarias", afirma el Dr. Torres.
A pesar de ser una condición crónica, el especialista insiste en que el eczema es perfectamente manejable con la estrategia correcta y mucha disciplina por parte del paciente. "Aunque no hay una cura definitiva en el sentido estricto, el eczema es absolutamente manejable. El pilar del tratamiento es el cuidado de la piel. La regla de oro es: Hidratación, hidratación y más hidratación".
Según el Dr. Torres, el eczema requiere de un cuidado diario y constante, pero con la orientación adecuada de un dermatólogo, las personas que lo padecen pueden llevar una vida cómoda y libre de picazón. "La clave está en la prevención y en ser constante con la rutina de hidratación", concluye el experto.
