Pediatras y nutricionistas coinciden en que parte de los problemas nutricionales de la población chilena podrían atenuarse con una correcta alimentación en los primeros meses de vida. Según los expertos, la forma en que se alimenta a los bebés podría determinar su salud a futuro, evitando problemas como el sobrepeso y enfermedades crónicas.
Esta fue una de las principales premisas que se abordaron en el primer conversatorio del ciclo "Alimentación Saludable: Claves para una Vida Mejor", organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría y la Sociedad Chilena de Nutrición, Bromatología y Toxicología.
"La alimentación de los primeros meses de vida podría determinar la salud del futuro, evitando sobrepeso y enfermedades crónicas", afirmó la Dra. María Inés Hodgson, presidenta de la Sociedad Chilena de Pediatría. La experta destacó la importancia de una correcta lactancia materna y la introducción oportuna de alimentos complementarios para sentar las bases de una alimentación saludable.
Por su parte, la Dra. Lydia Lera, presidenta de la Sociedad Chilena de Nutrición, Bromatología y Toxicología, señaló que "los primeros 1.000 días de vida son cruciales para el desarrollo físico y cognitivo del niño. Una nutrición adecuada en esta etapa puede prevenir problemas de salud a largo plazo".
Los especialistas coincidieron en que, si bien en Chile se han implementado políticas públicas para mejorar la alimentación infantil, aún queda mucho por hacer. Resaltaron la necesidad de reforzar la educación nutricional de las familias y de garantizar el acceso a alimentos saludables, especialmente en los sectores más vulnerables.
"Debemos trabajar de manera integral, involucrando a todos los actores de la sociedad, para asegurar que nuestros niños y niñas tengan la mejor nutrición posible desde el inicio de sus vidas", concluyó la Dra. Hodgson.












