Apple enfrenta una crisis de talento tras el fracaso de su proyecto de inteligencia artificial
El cierre del año 2025 marcó un momento clave en el futuro de los planes de inteligencia artificial de Apple. La presentación de Apple Intelligence, la plataforma que prometía revolucionar el asistente Siri y posicionar a la compañía como líder en este sector, terminó siendo todo lo contrario.
Cuatro directivos de alto nivel abandonaron la empresa en pocos días, las acciones de Apple cayeron un 13% mientras el mercado subía, y el futuro de la inteligencia artificial en la compañía quedó en duda. El relevo de estos líderes y los movimientos internos ponen en evidencia la magnitud del desafío que enfrenta la firma fundada por Steve Jobs.
Apple Intelligence fue anunciada como la gran apuesta tecnológica de la empresa para 2025. La presentación generó expectativas de una transformación profunda en Siri, el asistente digital de Apple, mediante la integración de capacidades de inteligencia artificial generativa. Sin embargo, la realidad distó mucho de las promesas.
Craig Federighi, jefe de software, detectó fallos graves al probar iOS 18.4 en su propio iPhone: las funciones estrella de la nueva plataforma no cumplían con los estándares esperados. La insatisfacción no tardó en extenderse entre los usuarios. Siri no solo no mejoró, sino que mostró un rendimiento inferior, lo que desencadenó demandas colectivas por publicidad engañosa.
El fracaso de Apple Intelligence afectó de inmediato la percepción de la empresa en el mercado. Las acciones de Apple cayeron un 13% en el año, mientras competidores como Nvidia y Microsoft superaron a la compañía en valor de mercado, hecho inédito en décadas. La debacle se agudizó tras la WWDC 2025, el evento anual para desarrolladores, que resultó decepcionante y provocó un descenso adicional del 5% en el valor de las acciones.
El colapso de Apple Intelligence desencadenó un éxodo de líderes de alto nivel. En cuestión de días, cuatro directivos que reportaban directamente al CEO Tim Cook anunciaron su salida o jubilación. Este fenómeno representa una rotación excepcional para una empresa que había mantenido una estructura directiva estable durante años.
John Giannandrea, jefe de inteligencia artificial desde 2018, perdió la confianza de Cook tras varios tropiezos en el desarrollo de la IA generativa y los fallos de Apple Intelligence. Alan Dye, responsable del diseño de interfaces durante una década, optó por incorporarse a Meta, donde se espera que lidere el diseño de hardware y software, así como la integración de inteligencia artificial.
Lisa Jackson, vicepresidenta de medio ambiente, política e iniciativas sociales, y Kate Adams, consejera general desde 2017, también anunciaron su retiro en los próximos meses.
La salida de estos cuatro directivos representó solo la punta de un iceberg más amplio. Al interior de la empresa, varias áreas sufrieron una pérdida sostenida de talento, con ingenieros y responsables de modelos de IA migrando a Meta y OpenAI, atraídos por mejores paquetes de compensación.
Mientras tanto, otros ejecutivos de larga trayectoria, como Jeff Williams (director de operaciones) y Luca Maestri (director financiero), también iniciaron procesos de retiro o pasaron a roles menos visibles, reflejo de una realidad demográfica en la que muchos líderes alcanzan la edad de jubilación.
La magnitud de la fuga de talento obligó a Apple a fortalecer sus iniciativas de reclutamiento y retención. El departamento de recursos humanos recibió instrucciones para intensificar la búsqueda de nuevos perfiles y ofrecer mejores condiciones a quienes aún permanecen en la empresa.
El futuro de Apple en el campo de la inteligencia artificial se encuentra en una encrucijada. El fracaso de Apple Intelligence ha puesto en jaque la credibilidad de la compañía en este sector estratégico, y la pérdida de talento clave amenaza con retrasar aún más sus planes de recuperación. Apple deberá actuar con urgencia para reconstruir la confianza del mercado y retener a sus mejores talentos si quiere mantener su liderazgo tecnológico.










