Después de años de evolución constante pero discreta en el mercado de los televisores, el 2026 se perfila como un año clave que podría marcar un verdadero punto de inflexión. Una combinación de nuevas tecnologías, formatos mejorados y una mayor competencia entre marcas promete agitar el panorama del televisor doméstico.
El elemento más disruptivo que se avecina son los nuevos formatos HDR, con la llegada de Dolby Vision 2 y HDR10+ Advanced. Aunque la reacción inicial ha sido de escepticismo por parte de algunos usuarios, la idea detrás de estas evoluciones es dotar a los estudios de mayor control y precisión en el proceso de masterizado, buscando una mejor adaptación a los televisores reales que tenemos en casa. Si esto se traduce en una imagen más fiel a la intención original del director, podría ser un cambio muy interesante.
Sin embargo, de momento hay más preguntas que respuestas sobre cómo se implementarán estos nuevos formatos y cómo se diferenciarán de lo que ya conocemos. CES 2026 será clave para despejar muchas de estas dudas.
Otro frente abierto será la llegada del RGB Mini LED, una tecnología que promete más brillo, mayor volumen de color y una imagen más "pura", especialmente en contenidos HDR. Aunque no podrá igualar el contraste absoluto y el control por píxel del OLED, algunos modelos de gama alta podrían complicarle la vida a esta tecnología dominante, obligándola a seguir mejorando.
Y hablando de OLED, quizás la mejor noticia para el usuario medio sea que, por fin, esta tecnología está empezando a bajar de precio de forma significativa. Ver un OLED de 55 pulgadas por debajo de los 1.000 euros ya no es una fantasía, y otras marcas como Philips están demostrando que se pueden hacer OLEDs económicos y bien afinados.
Esto no solo beneficia a los bolsillos de los consumidores, sino que también obliga a la competencia a justificar mejor sus precios. El RGB Mini LED tendrá que demostrar que no es solo "mucho brillo", mientras que el OLED deberá seguir mejorando para mantener su liderazgo.
En definitiva, 2026 pinta a ser un año de grandes cambios en el mercado de los televisores, con varias tecnologías y formatos compitiendo de tú a tú. Más alternativas, más competencia y, en última instancia, mejores productos y precios para los consumidores. Aunque, como siempre, habrá promesas que se queden a medias y modelos que decepcionen, la sensación general es que el panorama se está moviendo en la dirección correcta.
