La reapertura del paso fronterizo de Aguas Blancas, en el norte de Argentina, generó una importante aglomeración de personas que buscan cruzar hacia Bermejo, en Bolivia, debido a la alta demanda comercial y la diferencia cambiaria favorable del lado boliviano.
La frontera entre Aguas Blancas y Bermejo es considerada una de las más "calientes" para Bolivia por el contrabando, el comercio informal y el constante flujo de mercaderías y personas. Tras la inhabilitación del cruce el día anterior por la crecida del río Bermejo, la reapertura del paso provocó largas filas para abordar las chalanas y momentos de tensión por la cantidad de gente concentrada en un espacio reducido.
Según el portal El Tribuno de Jujuy, la situación seguía siendo dinámica y dependía de las condiciones del río y de las disposiciones de las autoridades de ambos países. En los últimos años, Argentina y Bolivia han reforzado los controles en la zona para frenar el ingreso y salida irregular de productos, pero la brecha cambiaria y la alta demanda vuelven a poner presión sobre este punto fronterizo históricamente sensible.
Cada interrupción del cruce suele traducirse en concentraciones masivas y en un aumento del riesgo de incidentes, por lo que las autoridades de ambos países deben mantener una coordinación estrecha para evitar escaladas de tensión en esta frontera caracterizada por el intenso intercambio comercial.












