El 28 de diciembre de 1895 marcó un hito en la historia del cine, cuando los hermanos Lumi re presentaron su cinematógrafo en el Salón Indien du Grand Café de París, ante una audiencia de 40 espectadores. Aunque algunos vaticinaron que se trataba de "una invención sin futuro", lo cierto es que ese día nació una de las formas de expresión artística y entretenimiento más trascendentales del siglo XX.
Lejos de morir, como se ha anunciado en incontables ocasiones, el cine ha tenido múltiples renacer a lo largo de su historia. Desde los primeros cortometrajes mudos de los Lumi re, hasta los blockbusters de hoy en día, pasando por las vanguardias cinematográficas y la consolidación del cine como industria, el séptimo arte ha evolucionado constantemente, adaptándose a los cambios tecnológicos y a las preferencias del público.
Aquella noche parisina de 1895 no marcó el nacimiento del cine por sí sola, sino que fue el resultado de un proceso de innovaciones y esfuerzos colectivos que se venían gestando desde décadas atrás en diferentes partes del mundo. Inventores como Thomas Edison, Louis Le Prince, Robert W. Paul y los hermanos Skladanowsky, entre otros, habían estado trabajando en la captura y proyección de imágenes en movimiento, sentando las bases para lo que sería el cinematógrafo de los Lumi re.
Sin embargo, fue la presentación pública de este dispositivo, que permitía registrar, revelar y proyectar imágenes en movimiento, lo que marcó un antes y un después. Pasó de ser una curiosidad científica a convertirse en un espectáculo público con múltiples usos comerciales.
En los años siguientes, pioneros como Georges Méli s, Alice Guy-Blaché, Segundo de Chomón y Edwin S. Porter, entre otros, comenzaron a explorar las posibilidades narrativas y artísticas del cine, inventando efectos especiales, desarrollando el trabajo de los actores, experimentando con el encuadre, el montaje y la continuidad, sentando las bases de lo que hoy conocemos como el lenguaje cinematográfico.
Así, el cine fue evolucionando rápidamente, convirtiéndose en un fenómeno que convocaba a millones de espectadores, transformando la cultura y modificando las ciudades con la construcción de salas de cine a lo largo del siglo XX.
Hoy, a 130 años de aquel nacimiento, el cine sigue siendo una forma de expresión artística y entretenimiento en constante evolución, adaptándose a los cambios tecnológicos y a las preferencias del público. Lejos de morir, el séptimo arte continúa reinventándose, demostrando que, como afirma el texto, "es un arte e industria tremendamente joven" que aún tiene mucho por explorar y descubrir.
