Un privado de libertad de 38 años falleció en el Hospital de Alajuela, Costa Rica, más de un mes después de haber sido brutalmente agredido por otros reclusos dentro del Centro de Atención Institucional (CAI) Jorge Arturo Montero Castro.
Según la información oficial, los hechos ocurrieron el 15 de noviembre de 2025, cuando el hombre identificado como Solera Lezcano fue encontrado con fuertes golpes en la cabeza en uno de los módulos del centro penitenciario. Tras ser trasladado de emergencia al hospital, Solera Lezcano permaneció hospitalizado hasta su fallecimiento el pasado 27 de diciembre.
El Ministerio de Justicia y Paz lamentó la muerte del privado de libertad y aseguró que se mantendrá en coordinación con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para realizar las diligencias correspondientes y esclarecer lo ocurrido.
La violencia dentro de las cárceles costarricenses es un problema recurrente que ha sido objeto de duras críticas por parte de organismos de derechos humanos. Según datos oficiales, durante 2025 se registraron múltiples incidentes violentos en los centros penitenciarios del país, incluyendo agresiones entre reclusos y enfrentamientos con las autoridades.
Expertos señalan que la sobrepoblación, la falta de programas de rehabilitación y reinserción, así como las precarias condiciones de infraestructura y seguridad en las prisiones, son algunos de los factores que contribuyen a la violencia carcelaria en Costa Rica.
"Lamentablemente, este tipo de hechos se repiten con demasiada frecuencia en nuestras cárceles. Urge una reforma integral del sistema penitenciario para garantizar la seguridad y el respeto a los derechos humanos de los privados de libertad", afirmó una fuente del Ministerio de Justicia y Paz, quien pidió mantener el anonimato.
La muerte de Solera Lezcano reaviva el debate sobre la necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir y abordar la violencia en las prisiones costarricenses, con el objetivo de proteger la integridad física y la vida de los reclusos.
