Carles Vilarrubí, empresario, gastrónomo y exvicepresidente del FC Barcelona entre 2010 y 2017, ha fallecido este domingo 28 de diciembre a los 71 años. El club azulgrana ha expresado su pesar por la pérdida de quien fuera una figura clave en la institución durante varios años.
Vilarrubí estuvo vinculado al Bar a desde su juventud, cuando defendió el escudo como jugador de hockey patines. Años más tarde, su trayectoria institucional se consolidó con su entrada en la junta directiva en 2010, donde ejerció como vicepresidente durante dos mandatos consecutivos.
Su etapa al frente del área institucional coincidió con un periodo de gran proyección internacional del club y con momentos de fuerte impacto social y político en Cataluña. Vilarrubí abandonó la directiva en octubre de 2017, marcando el final de su trayectoria como dirigente azulgrana.
Más allá del ámbito deportivo, Vilarrubí desarrolló una extensa carrera como empresario y directivo en distintos sectores, ocupando puestos de responsabilidad en empresas vinculadas al mundo financiero, asegurador y de servicios. Fue considerado una figura influyente en los círculos empresariales y sociales de Cataluña.
Uno de los campos en los que dejó una huella más reconocida fue el gastronómico. Carles Vilarrubí presidió la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición, desde donde impulsó la promoción y defensa de la cocina catalana como patrimonio cultural. Su labor al frente de esta institución le convirtió en una figura de referencia dentro del sector.
En reconocimiento a su trayectoria profesional y a su contribución a la vida económica, social y cultural de Cataluña, la Generalitat le concedió la Creu de Sant Jordi, una de las máximas distinciones institucionales de la comunidad.
Además, Vilarrubí estuvo vinculado al ámbito de los medios de comunicación en Cataluña, participando en la puesta en marcha de Catalunya R dio en sus inicios y formando parte del grupo fundador de RAC1, dos de las principales emisoras del panorama radiofónico catalán.
La muerte de Carles Vilarrubí supone una gran pérdida para el FC Barcelona y para la comunidad empresarial, gastronómica y cultural de Cataluña. Su legado y su trayectoria lo convierten en una figura destacada y respetada en múltiples ámbitos.
