El desprecio de Donald Trump por el Derecho Internacional se ha vuelto a evidenciar con su intento de anexionar Groenlandia, una región autónoma del Reino de Dinamarca y aliado de la OTAN. El presidente estadounidense ha nombrado a Jeff Landry, gobernador de Luisiana, como enviado especial para Groenlandia, con el objetivo de "convertirla en parte de Estados Unidos".
Esta acción representa una clara violación de la integridad territorial y la soberanía de Groenlandia, algo que ha sido rechazado tanto por Copenhague como por Bruselas. Dinamarca, país del que Groenlandia forma parte, ha recordado que no se puede jugar con la soberanía de ningún país, y menos aún de un aliado en la OTAN.
La ambición de Trump por expandir la influencia de Estados Unidos parece no tener límites. Tal como ha hecho en otros casos, el mandatario estadounidense antepone los intereses de su país por encima del respeto al Derecho Internacional, ignorando las consecuencias que esto puede tener para las relaciones internacionales.
Groenlandia, una isla cuatro veces más grande que España y con solo 57.000 habitantes, es considerada estratégica desde el punto de vista geoestratégico. Cuenta con importantes recursos naturales y una proyección sobre las rutas marítimas del océano Ártico, que el cambio climático está haciendo cada vez más navegables.
Estados Unidos ya tiene una base militar en Groenlandia, la base de Pituffik, pero al parecer esto no le basta. La pretensión de Trump de anexionar la isla se enmarca en su visión nacionalista y su desprecio por el Derecho Internacional, algo que ya se ha evidenciado en otros episodios, como la persecución a jueces y fiscales del Tribunal Penal Internacional o la imposición de aranceles a países que no siguen sus dictados.
La comunidad internacional debe estar atenta a los movimientos de Trump, quien parece dispuesto a pasar por encima de cualquier norma o alianza para lograr sus objetivos. La relación trasatlántica entre Estados Unidos y Europa sigue deteriorándose, y nadie parece estar a salvo de las ambiciones del presidente estadounidense.












