La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) de Estados Unidos informó que está preparada para manejar a los 44,3 millones de viajeros que se espera se trasladen entre el 19 de diciembre y el 4 de enero, con el domingo 28 de diciembre como el día de mayor afluencia, con aproximadamente 2,86 millones de personas que se prevé que viajen en avión.
Sin embargo, los planes de muchos viajeros se vieron alterados por una fuerte tormenta invernal que azotó la región de los Grandes Lagos y el noreste del país desde el viernes por la noche hasta la mañana del sábado, provocando intensas nevadas, hielo peligroso y, como consecuencia, interrupciones en el transporte y cortes de energía en algunas zonas.
Casi cuatro mil vuelos dentro, hacia o desde Estados Unidos sufrieron retrasos este sábado por la mañana y al menos 800 fueron cancelados, de acuerdo con estadísticas del rastreador FlightAware. Los tres principales aeropuertos del área metropolitana de Nueva York fueron los más afectados. Estas eventualidades se sumaron a los más de ocho mil 500 retrasos y mil 700 cancelaciones ocurridas el viernes.
La TSA había controlado en 2024 a casi 39 millones de pasajeros durante las dos semanas de la época navideña, lo que calificó entonces como el período de viajes de fin de año más ajetreado de la historia de la agencia. Sin embargo, la tormenta invernal de este año ha puesto a prueba la capacidad de los aeropuertos y líneas aéreas para manejar el flujo de viajeros durante las vacaciones.
Los expertos advierten que los problemas de transporte podrían extenderse más allá del fin de semana, ya que se espera que la tormenta continúe afectando a varias regiones del país en los próximos días. Los viajeros deben estar atentos a las actualizaciones de sus aerolíneas y aeropuertos, y considerar ajustar sus planes de viaje si es necesario.
