La emblemática Cruz de La Sabana en Costa Rica, testigo de momentos históricos como la visita del Papa Juan Pablo II en 1983, será objeto de una importante restauración. El proyecto, impulsado por el Despacho de la Primera Dama, Signe Zeicate, busca devolver a la cruz su valor y esplendor originales, manteniendo su diseño característico.
La Cruz de La Sabana, erigida en 1955, forma parte de un conjunto de cruces que simbolizan el cuerpo de Cristo en el paisaje costarricense. Junto a otras cruces en Heredia, Alajuelita, Naranjo y Goicoechea, la de La Sabana representa el corazón de esta red de monumentos religiosos.
Más allá de los eventos y actividades que se desarrollan en el Parque Metropolitano La Sabana, donde se ubica la cruz, este icónico símbolo ha sido testigo de momentos clave en la historia de Costa Rica. En 1983, miles de costarricenses se reunieron en torno a la cruz para recibir la bendición del Papa Juan Pablo II durante su visita al país.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la estructura de la cruz se había deteriorado, presentando grafitis, basura y problemas de iluminación. Ahora, el proyecto de restauración impulsado por el Despacho de la Primera Dama busca devolverle su esplendor original, manteniendo su diseño característico.
"Esto incluye proteger el ambiente natural, crear un pequeño jardín, construir un sendero de fe para que las personas puedan acercarse a la cruz, colocar bancas para descansar y, gracias al ICE, instalar una iluminación que resalte la cruz en las noches y mejore la seguridad", destacó el Despacho.
La Primera Dama, Signe Zeicate, ha expresado su sueño de que la cruz restaurada pueda recibir la bendición del Papa, en una nueva visita a Costa Rica. "Preservar nuestro patrimonio no es solo proteger un monumento, es cuidar nuestra identidad, nuestra memoria y los valores que nos unen", afirmó.
Si bien aún no se han dado a conocer detalles sobre la fecha de finalización de las obras ni su costo, el proyecto de restauración de la Cruz de La Sabana se perfila como un importante esfuerzo por conservar un símbolo de la fe y la historia costarricense.












