El Senado de la República ha presentado una iniciativa para reformar la Ley General de Educación y prohibir el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles personales durante la jornada escolar en los niveles de educación básica. La propuesta, presentada por el senador Alberto Anaya Gutiérrez, busca mejorar el ambiente de aprendizaje y fortalecer la atención de los estudiantes en las aulas.
Hasta finales de los años 90, los estudiantes asistían a clases con sus útiles escolares, mochilas y algunos juguetes para el recreo. Sin embargo, la llegada del nuevo milenio y el avance tecnológico han llevado a que los alumnos acudan a las escuelas con teléfonos celulares, lo cual ha generado distracciones y ha sido utilizado para acoso (bullying) y otros problemas, más allá de su función principal de mantener comunicación con los padres en caso de emergencia.
La iniciativa plantea modificar el artículo 84 de la Ley General de Educación para establecer una restricción general al uso de estos dispositivos dentro de los planteles educativos, salvo en situaciones excepcionales debidamente justificadas. Esto implicaría ajustes en los reglamentos escolares y protocolos de convivencia de miles de escuelas de educación básica en el país.
Según el proyecto legislativo, la prohibición abarcaría teléfonos celulares, tabletas electrónicas, relojes inteligentes y cualquier otro dispositivo móvil personal que pueda distraer a los estudiantes durante las actividades escolares. Las excepciones se darían en casos de emergencia o cuando el uso del dispositivo sea necesario por razones educativas especiales, previamente determinadas por la autoridad escolar.
En caso de que un alumno acuda con uno de estos dispositivos sin justificación, el personal docente y directivo de las escuelas de educación básica estaría facultado para retener temporalmente los aparatos durante el horario escolar, con el propósito de garantizar el cumplimiento de la medida. Al finalizar la jornada, los dispositivos deberán ser devueltos a los estudiantes, sin que ello implique sanciones adicionales, salvo las previstas en los reglamentos internos de cada institución.
La propuesta señala que diversos países y sistemas educativos han comenzado a regular el uso de celulares en las escuelas como una medida para mejorar el ambiente de aprendizaje y fortalecer la atención de los estudiantes. Sin embargo, el debate también ha mencionado el equilibrio entre el aprovechamiento de las tecnologías digitales y la necesidad de mantener entornos educativos adecuados para el aprendizaje.
Especialistas en educación señalan que, si bien la tecnología puede ser una herramienta pedagógica relevante, su uso sin regulación en las aulas puede resultar contraproducente, especialmente en edades tempranas. La propuesta fue turnada a las comisiones correspondientes del Senado para su análisis y discusión. En caso de avanzar, la reforma deberá ser aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Unión para entrar en vigor.
