En un contundente movimiento para garantizar el cumplimiento de las sentencias y prevenir nuevas fugas, el juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, ordenó este sábado la prisión domiciliaria para diez condenados por su participación en la trama golpista que buscó mantener a Jair Bolsonaro en el poder tras las elecciones de 2022.
La decisión se produce en un contexto de reiterados incumplimientos de medidas cautelares por parte de los implicados, lo que llevó al magistrado a endurecer las restricciones judiciales. Según De Moraes, el "modus operandi" de la organización criminal condenada demuestra su capacidad para planificar y ejecutar fugas fuera del territorio nacional, incluso con apoyo de terceros.
Un caso emblemático que respaldó esta evaluación de riesgos fue la fuga de Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia, quien huyó a Estados Unidos para evitar cumplir su condena de 16 años de prisión. Asimismo, la reciente detención de Silvinei Vasques, exdirector de la Policía de Carreteras, en Paraguay, cuando intentaba viajar a El Salvador, también contribuyó a la decisión del juez.
Los diez condenados que deberán cumplir arresto domiciliario con uso obligatorio de tobilleras electrónicas y entrega de pasaportes incluyen a siete militares, un delegado de la Policía Federal, el presidente del Instituto Voto Legal, Carlos Cesar Moretzsohn Rocha, y el exasesor de Asuntos Internacionales de Bolsonaro, Filipe Martins.
El Tribunal Supremo Federal reiteró que continuará aplicando sanciones firmes frente a cualquier intento de obstrucción de la justicia, subrayando que garantizar el cumplimiento de las condenas es una condición indispensable para proteger la democracia en Brasil.










