En un análisis sobre la realidad de los medios en el continente, el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Pierre Manigault, advirtió que el periodismo en las Américas ya no se ve obligado a defenderse únicamente de las balas, la censura o las celdas de prisión, sino que ahora enfrenta una amenaza más insidiosa: la asfixia económica.
Manigault señaló que la desaparición de un medio de comunicación nunca es simplemente un fracaso empresarial, sino una derrota para el derecho de la sociedad a estar informada. Cuando el periodismo independiente se debilita o desaparece, el debate público se erosiona, la rendición de cuentas se desvanece y las tendencias autoritarias encuentran un terreno fértil para expandirse sin control.
A lo largo del año, la SIP mantuvo una presencia activa y visible mediante misiones internacionales en países donde las presiones contra periodistas y medios se han intensificado a través del acoso judicial, demandas desproporcionadas, abusos regulatorios y la estigmatización desde los más altos niveles del poder. Este deterioro ha sido aún más grave en Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde los gobiernos niegan abiertamente a sus ciudadanos el derecho a vivir bajo normas democráticas y reprimen de manera sistemática al periodismo independiente.
Además, Manigault advirtió que la crisis ya no se limita a América Latina, sino que también ha alcanzado a Estados Unidos, donde el periodismo ha dejado de ser un observador distante y se ha convertido en un objetivo directo de ataques políticos destinados a desacreditar a la prensa y socavar la libertad de expresión.
La sostenibilidad financiera del periodismo sigue siendo uno de los principales desafíos, agravado por la rápida expansión de la inteligencia artificial, que plantea interrogantes éticos y económicos urgentes. Manigault instó a los desarrolladores y las plataformas a establecer mecanismos de compensación justa por el uso de contenidos periodísticos, ya que la tecnología solo puede innovar verdaderamente dentro de sistemas libres y democráticos.
Frente a este panorama, Manigault reafirmó el compromiso de la SIP con los principios de las Declaraciones de Chapultepec y de Salta, y llamó a la unidad de medios de comunicación, periodistas, asociaciones de prensa, grandes empresas de tecnología y gobiernos para hacer frente a este "ataque coordinado contra la verdad".
