Casi nueve años después de la desaparición forzada de su esposo, Susanna Liew obtuvo una victoria legal trascendental. Un tribunal superior de Malasia determinó que una brigada especial de élite de la policía secuestró al pastor Raymond Koh y responsabilizó tanto a la policía como al gobierno por este caso, el primero de desaparición forzada examinado por un tribunal en la historia del país.
La lucha de Liew por esclarecer el paradero de su esposo se convirtió en uno de los mayores misterios de Malasia. Tras años de investigaciones independientes, se concluyó que Koh era considerado una amenaza para el islam, la religión mayoritaria, por lo que fue blanco de las autoridades religiosas y policiales.
El Tribunal Superior ordenó al gobierno de Malasia indemnizar a Liew con varios millones de ringgits por la angustia emocional causada, así como pagar una suma diaria por cada día de desaparición de Koh hasta que se revele su paradero, lo que podría llegar a más de 7 millones de dólares, el mayor pago de la historia del país.
Sin embargo, el gobierno apeló el veredicto, argumentando "problemas relacionados con las obligaciones financieras" y la necesidad de "defender el principio de justicia universal". Mientras tanto, la familia de Koh sigue sin saber si está vivo o muerto, en un "limbo" emocional que les pasa una "factura enorme".
Liew, quien se ha convertido en una activista global contra las desapariciones forzadas, espera que el gobierno retire la apelación y que los responsables del secuestro de su esposo finalmente rindan cuentas. "Lo que realmente queremos es que prevalezca la verdad y la justicia", afirma.
