En 1976, Venezuela concretó la nacionalización de su industria petrolera mediante un proceso legal durante el primer Gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. Sin embargo, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuestiona este proceso y afirma que Venezuela les quitó los derechos petroleros a las empresas estadounidenses, a lo que expertos consultados por EFE han rebatido.
La nacionalización de la industria petrolera venezolana se llevó a cabo a través de la Ley Orgánica que reserva al Estado la industria y el comercio de los hidrocarburos, conocida como la Loreich, que estableció el 1 de enero de 1976 como la fecha a partir de la cual se declaraba extinguida las concesiones petroleras que operaban en el país. Antes de esto, empresas privadas, en su mayoría de capital extranjero, explotaban el petróleo en Venezuela.
Con la nacionalización, el Estado se reservó el derecho a la exploración, explotación, refinación y exportación del petróleo. Para gestionar la industria, el Gobierno de Pérez creó en 1975 Petróleos de Venezuela (PDVSA), que asumió los activos de las empresas extranjeras en el país.
Según el historiador Tomás Straka, esta nacionalización "sustituyó las empresas concesionarias nacionales y extranjeras por empresas operadoras estatales (PDVSA y filiales)". La exviceministra de Energía y Minas Dolores Dobarro señaló que esta política fue "muy discutida, debatida y, se puede afirmar que consensuada entre los factores políticos de la época".
En la década de 1990, Venezuela reabrió su mercado a inversionistas petroleros para garantizar una inyección de dinero y permitió a las empresas internacionales regresar al país a través de convenios. Sin embargo, con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, la situación cambió, ya que el expresidente profundizó la nacionalización, obligando a las empresas petroleras extranjeras a pasar a un esquema mixto con PDVSA como socia mayoritaria.
Esto llevó a que empresas como ExxonMobil y ConocoPhillips, que no aceptaron las nuevas condiciones, fueran expropiadas por el Gobierno venezolano. Estas compañías demandaron al Estado venezolano en arbitrajes internacionales y obtuvieron laudos favorables, con compensaciones económicas.
Ahora, el presidente Trump cuestiona el proceso de nacionalización de la industria petrolera venezolana, afirmando que se les quitaron los derechos a las empresas estadounidenses, algo que los expertos consultados han rebatido, señalando que Venezuela siempre ha sido dueña de los recursos que se encuentran en su subsuelo.
