El traslado a Libia de los restos identificados mediante análisis de ADN en Ankara del general Mohamed al Hadad, jefe del Estado Mayor del Ejército, abrió paso a una jornada de homenajes en la capital libia. El féretro del alto mando militar regresó a Trípoli después de la ceremonia militar realizada el sábado en Ankara, donde altos representantes de los gobiernos de Turquía y Libia, así como familiares, dieron el último adiós tras el accidente aéreo que cobró la vida de los cinco ocupantes del avión privado.
El siniestro, ocurrido el martes durante el retorno de la delegación libia luego de encuentros bilaterales de defensa en Turquía, dejó sin vida a Al Hadad y a los tres tripulantes del aparato. Según informó la agencia oficial de noticias libia LANA, el féretro fue recibido en el Aeropuerto Internacional de Trípoli por la máxima jerarquía del Gobierno aliado de Turquía, entre ellos el presidente del Consejo Presidencial, Mohamed Menfi, y el primer ministro, Abdulhamid Dbeibé.
La despedida oficial en Turquía contó con la presencia del ministro turco de Defensa, Yasar G ler, la máxima autoridad militar turca y el embajador libio en el país. El acto incluyó un minuto de silencio y oraciones antes del despegue hacia Libia de los ataúdes de los fallecidos. Las autoridades turcas enfatizaron que la identificación de los restos se realizó en el Instituto Forense de Ankara mediante la comparación de muestras de ADN con familiares que habían viajado especialmente desde territorio libio.
El fallecimiento de Al Hadad se produce en un momento de profunda inestabilidad política en Libia, con el país dividido entre dos administraciones rivales. Después del aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021 y la decisión de la Cámara de Representantes con sede en el este del país de cesar al primer ministro Abdulhamid Dbeibé, este último rehúsa abandonar el puesto y continúa ejerciendo el poder desde Trípoli a la espera de un nuevo proceso electoral.
Esta fragmentación política mantiene en tensión a la nación y bajo atención de la comunidad internacional, mientras cada bando disputa la legitimidad y el control de las instituciones. Incluso el general Jalifa Haftar, figura central de las autoridades establecidas en el este y reconocido opositor del gabinete de Trípoli, manifestó públicamente sus condolencias por la pérdida de Al Hadad, subrayando el alcance del impacto que su muerte tiene en el equilibrio institucional y militar del país.
Las circunstancias del accidente aéreo continúan bajo investigación, con la caja negra del aparato a la espera de ser examinada por expertos alemanes. El fallecimiento de Al Hadad y de los miembros de la tripulación agrava una coyuntura delicada en la que las fuerzas militares y las alianzas internacionales desempeñan un papel clave en la estabilidad y el futuro político de Libia.
En este contexto de inestabilidad, con la sociedad y la clase política divididas, el regreso del féretro del alto mando militar y la respuesta institucional a su pérdida se producen bajo una vigilancia permanente por parte de observadores y aliados internacionales respecto del desarrollo de la crisis en el país norteafricano.












