La decisión de Israel de reconocer oficialmente a la región separatista somalí de Somalilandia como un "Estado independiente y soberano" ha desatado una ola de rechazo a nivel internacional. Tanto la Unión Africana (UA) como el gobierno de Somalia y otros actores clave han condenado firmemente este movimiento, considerándolo una amenaza a la soberanía e integridad territorial de Somalia.
El presidente de la Comisión de la UA, Mahmoud Ali Youssouf, emitió un comunicado rechazando "cualquier iniciativa o acción encaminada a reconocer a Somalilandia como entidad independiente", al recordar que ese territorio "sigue siendo parte integral" de Somalia. Advirtió que este tipo de acciones "contravienen los principios fundamentales de la Unión Africana y podrían sentar un precedente peligroso con profundas implicaciones para la paz y la estabilidad en todo el continente".
Por su parte, el gobierno de Somalia calificó el reconocimiento israelí como un "ataque deliberado contra su soberanía" y advirtió que el anuncio exacerba "las tensiones políticas y de seguridad (...) en la región". La Autoridad Nacional Palestina también se sumó a las críticas, afirmando que el movimiento de Israel "menoscaba la soberanía de Somalia" y podría estar buscando un destino para expulsar a los palestinos.
Incluso el grupo islamista Hamás condenó el reconocimiento israelí, considerándolo un "precedente peligroso" y un "intento desesperado de obtener una falsa legitimidad de una entidad fascista que ocupa la tierra de Palestina".
La reacción de China también fue contundente. El embajador chino en Somalia, Wang Yu, mantuvo una "conversación telefónica urgente" con el ministro somalí de Asuntos Exteriores, en la que subrayó "el firme apoyo de China a la soberanía, la unidad nacional y la integridad territorial de Somalia". Ambos expresaron su "firme oposición conjunta al secesionismo".
Este reconocimiento de Israel a Somalilandia se produce en un contexto de tensiones y conflictos regionales, y ha sido interpretado como un intento de Israel de ampliar su influencia en el Cuerno de África. Sin embargo, la abrumadora respuesta internacional en defensa de la integridad territorial de Somalia deja claro que esta acción enfrenta una fuerte oposición y podría tener graves consecuencias para la estabilidad de la región.
