Somalilandia, un territorio semidesértico del cuerno de África del tamaño de Nicaragua, proclamó su independencia en 1991 después de una sangrienta lucha contra el gobierno central de Somalia. Después de más de 34 años, este viernes Israel se convirtió en el primer país en reconocer formalmente a Somalilandia como nación soberana, un "momento histórico" según su presidente.
La decisión de Israel fue condenada por los ministros de Asuntos Exteriores de Somalia, Egipto, Turquía y Yibuti, quienes expresaron su "rechazo total" al anuncio. Sin embargo, el reconocimiento israelí podría alentar a otras naciones a seguir su ejemplo, fortaleciendo la posición diplomática de Somalilandia y su acceso a los mercados internacionales.
Ubicada entre Etiopía y Somalia, Somalilandia fue un protectorado británico hasta su independencia en 1960. Pero apenas cinco días después se fusionó con la Somalia italiana, una unión de la que muchos somalilandeses se arrepintieron rápidamente. Las diferencias con sus vecinos del sur comenzaron casi de inmediato, y en 1991, después de una sangrienta lucha, Somalilandia declaró de manera unilateral su independencia.
Más de tres décadas después, Somalilandia funciona casi como un país independiente, con su propio sistema político, Parlamento, fuerza policial, moneda y pasaportes. Sin embargo, a pesar de ser considerada un ejemplo de democracia en la región, no había sido reconocida por ninguna otra nación hasta ahora.
El caso de Somalilandia suele compararse con el de Taiwán, ambos parecen ser Estados en pleno funcionamiento que declaran con orgullo su independencia de vecinos más grandes, Somalia y China, que insisten en que son parte de sus territorios. Hargeisa y Taipei han estrechado sus relaciones en los últimos años, estableciendo incluso lazos diplomáticos en 2020.
Aparte de la cuestión política y de la independencia institucional, Somalilandia también es mucho más estable que el resto de Somalia. Es considerada por los expertos un ejemplo de democracia en la región, con elecciones respetadas y una de las ciudades más seguras de la zona, en contraste con la grave situación de inseguridad que vive el país vecino.
Aunque el gobierno federal somalí ha logrado consolidar su control en Mogadiscio y otras grandes ciudades, los grupos islamistas como Al Shabaab siguen siendo una amenaza activa. Mientras Somalia no logre la paz, la lucha independentista de Somalilandia no cesará. Y es probable que la decisión final sobre su independencia tenga que venir de Mogadiscio, tal como sucedió con la secesión de Sudán del Sur.
