El pasado 23 de diciembre de 2025, el Consejo de Seguridad de la ONU fue escenario de un bochornoso espectáculo protagonizado por el embajador venezolano Samuel Moncada, quien en representación del régimen de Nicolás Maduro, se comportó como un "comensal caprichoso" que selecciona a su antojo los artículos de la Carta de las Naciones Unidas que le convienen, mientras "escupe en el plato principal de la democracia".
Moncada, calificado como el "comisario diplomático" de la dictadura venezolana, compareció ante el máximo órgano de seguridad internacional no como un representante de Estado, sino como alguien que ve la Carta de la ONU no como un conjunto de principios vinculantes, sino como un "menú de fast food".
El embajador exige con "voz engolada" el cumplimiento estricto del "plato del día" (la soberanía y la no injerencia), pero devuelve a la "cocina, con asco fingido, los ingredientes que no les gustan: los Derechos Humanos, la voluntad popular y el respeto a la vida". Un cinismo que contrasta con la realidad de Venezuela, donde el régimen de Maduro ha utilizado los resultados electorales para "envolver pescado" y ha convertido al país en "una aduana libre para el Cártel de los Soles y en un hotel de cinco estrellas para el ELN, Hamás y Hezbolá".
La respuesta del régimen venezolano ante las sanciones internacionales es la de un comensal que "rompe los platos, golpea a los meseros y luego pretende irse sin pagar la cuenta, exigiendo además que le den las gracias por su presencia". Un comportamiento que, según el artículo, evidencia que el régimen de Maduro "no es una víctima del sistema internacional; es el comensal que rompe los platos".
Ante este panorama, el texto concluye que es "hora de aplicar la Responsabilidad de Proteger (R2P)", ya que si un régimen utiliza el Estado como "una plataforma para el crimen organizado y el terrorismo transnacional, pierde automáticamente su derecho a pedir que se respete su 'soberanía'". La soberanía, se afirma, "reside en el pueblo que votó y fue ignorado, no en la silla que Moncada calienta en Nueva York".











