El fútbol africano vuelve a sufrir una tragedia. Igiraneza Aimé Gueric, jugador del equipo Les Gu piers du Lac de Burundi, perdió la vida durante un partido de la segunda división de su país.
El joven futbolista se desplomó sobre el césped tras llevarse una moneda a la boca, que habría ingerido accidentalmente durante un ritual tradicional conocido como "gris-gris", una práctica asociada a la magia negra o a amuletos de protección que algunos deportistas utilizan antes de competir.
Las imágenes del encuentro muestran la confusión y el pánico que se apoderó del estadio. Los compañeros y rivales corrieron de inmediato a socorrer a Gueric, mientras los servicios médicos intentaban reanimarlo. Sin embargo, el jugador falleció durante el traslado al hospital.
La Federación Burundesa de Fútbol (FFB) expresó su pesar en un comunicado: "En estos momentos dolorosos, la Federación Burundesa de Fútbol envía sus más sinceras condolencias a la familia del jugador, al club Les Gu piers du Lac y a toda la familia del fútbol burundiano".
El caso ha sacudido a todo el país y reavivado el debate sobre las supersticiones, los rituales y la falta de protocolos médicos en las categorías inferiores del fútbol africano. Entre la conmoción y el silencio, Burundi despide a Aimé Gueric, un joven que soñaba con hacerse un nombre en el deporte que le arrebató la vida.
Las circunstancias exactas de lo ocurrido aún se encuentran bajo investigación por parte de las autoridades competentes. Sin embargo, este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar las condiciones de seguridad y la atención médica en el fútbol de base en África, con el fin de evitar que se repitan este tipo de lamentables incidentes.











