Un alarmante panorama se vislumbra en el sector inmobiliario chileno. Según reportajes publicados recientemente en medios como El Mercurio y Diario Financiero, alrededor de 150 proyectos constructivos se encuentran actualmente en poder de los bancos, quienes deben contratar a terceros para poder concluirlos.
Las causas de esta crisis parecen estar relacionadas con un desconocimiento generalizado de las normas urbanísticas aplicables a este tipo de emprendimientos. Diversas sentencias de la Corte Suprema y dictámenes de la Contraloría General de la República han señalado los errores cometidos por las inmobiliarias y los bancos al momento de planificar y ejecutar estos proyectos.
El abogado Rodrigo Andreucci, experto en temas inmobiliarios, ha advertido desde hace años sobre estos problemas. Casos como la copropiedad inmobiliaria regida por la Ley N 21.442, el proyecto Hotel Sheraton San Cristóbal en Providencia, Fundamenta Plaza Egaña en Ñuñoa o los proyectos invalidados en Iquique por no respetar las restricciones del Plan Intercomunal Tarapacá, son ejemplos de las fallas que han llevado a esta crisis.
Según los expertos, el sector de la construcción ha priorizado los aspectos comerciales y lucrativos de los negocios inmobiliarios, descuidando el conocimiento y cumplimiento de las leyes y reglamentos aplicables. Esta negligencia ha desembocado en la situación actual, donde decenas de proyectos han caído en la UCI bancaria, obligando a los bancos a intervenir para poder concluirlos.
La lección que deja esta crisis es clara: el sector inmobiliario debe poner mayor énfasis en el conocimiento y aplicación de la normativa vigente, en lugar de centrarse únicamente en los aspectos comerciales. Solo así podrán evitar futuros problemas y asegurar la viabilidad a largo plazo de sus proyectos.
