Los conductores de los populares programas de noche en Estados Unidos se han convertido en una de las principales voces que denuncian el carácter autoritario del gobierno de Donald Trump. Figuras como Stephen Colbert, Seth Meyers, Conan O'Brien y Jimmy Kimmel han utilizado sus espacios para calificar a Trump como "mentiroso", "peligroso", "rey", "autoritario", "déspota" y "tirano".
Esto ha generado una fuerte reacción del expresidente, quien ha exigido el despido de algunos de estos presentadores y ha amenazado con revocar las licencias de transmisión de los canales que los albergan. Trump ha acusado a los noticieros y programas nocturnos de ser "casi cien por ciento negativos" respecto a su figura, el movimiento MAGA y el Partido Republicano.
Uno de los episodios más recientes ocurrió cuando Trump celebró la censura que sufrió Jimmy Kimmel por parte de Disney, pero luego se enfureció cuando el comediante denunció públicamente las amenazas del gobierno estadounidense en su contra y la empresa para la que trabaja. Según Kimmel, esto generó un "milagro navideño anticipado", ya que millones de estadounidenses se opusieron a los intentos de silenciarlo.
Estos ataques a la libertad de prensa se enmarcan en un contexto más amplio de escalada autoritaria por parte de Trump, quien también ha buscado censurar informes periodísticos que cuestionan su gestión, como el caso de un reportaje de 60 Minutes sobre la deportación de inmigrantes. Asimismo, se reveló que el expresidente viajó ocho veces en el avión privado del pederasta Jeffrey Epstein.
Los conductores de late night han sido una de las voces más críticas y visibles contra los abusos de poder de Trump, lo que ha desatado su furia y sus intentos de silenciarlos. Estos episodios son un reflejo preocupante del deterioro de la democracia estadounidense bajo el mandato del exmandatario.










