El año 2025 ha sido un período clave tanto a nivel nacional como global, y los analistas ven con optimismo el devenir de Venezuela hacia el 2026. El elemento más destacado es la consolidación del liderazgo de María Corina Machado como referente único para la Venezuela que se espera renacer.
Si bien no se puede desestimar el riesgo de que actores políticos desplazados intenten poner dificultades, la realidad es que la Plataforma Democrática, que los agrupa, tiene un peso cada vez más marginal, según las encuestas y la opinión generalizada en las calles.
No se puede negar el mérito y el esfuerzo de los partidos tradicionales como Acción Democrática y Copei, que forjaron la democracia venezolana durante décadas. Sin embargo, los errores y desaciertos cometidos a lo largo del tiempo han dejado un costo que el país sigue pagando hasta hoy.
En este contexto, el liderazgo de María Corina Machado se perfila como el camino a seguir para la reconstrucción nacional. Ella y su partido, Vente, deben marcar el rumbo, en conjunto con el amplio espectro de fuerzas que hoy contribuyen al sueño de la recuperación del país.
Asimismo, el giro político continental hacia la centro-derecha, con el triunfo de partidos como en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Paraguay, El Salvador, Honduras, Guyana y Trinidad y Tobago, augura un cambio de tendencia que podría beneficiar al liberalismo democrático y alejar a los pueblos del "Socialismo del Siglo XXI", cuyos efectos Venezuela ha padecido en carne propia.
En el plano internacional, la Venezuela de Maduro sigue apostando por un bloque con Cuba, Rusia y China, del cual espera obtener un salvavidas para su subsistencia. Sin embargo, el apoyo que pueda llegar de la opción Trump, de concretarse, deberá venir acompañado de garantías de que sean los propios venezolanos quienes gestionen su destino, dentro del grupo de la libertad y la democracia.
En resumen, el 2026 se perfila como un año clave para la consolidación del liderazgo de María Corina Machado y el giro político continental hacia la centro-derecha, lo cual podría sentar las bases para la reconstrucción de Venezuela.












