La Central Obrera Boliviana (COB), principal central sindical del país, ha mantenido desde el lunes una huelga general e indefinida en rechazo al decreto gubernamental que retiró la subvención a los combustibles, vigente por más de 20 años.
La protesta, que cumple su quinto día consecutivo, ha recorrido las calles céntricas de La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo. Los dirigentes sindicales lamentan que los afiliados estén movilizados "y lejos de la familia por una reivindicación justa, no es sectorial, no es político", en el marco de las fiestas de fin de año.
El máximo dirigente de la COB, el minero Mario Argollo, señaló que el decreto beneficia a "las (empresas) transnacionales, empresarios, agroindustriales", pero para el pueblo boliviano significa "ajustarse más aún el cinturón". Ante la negativa del Gobierno a derogar la medida, la central sindical anunció que evaluará "nuevas estrategias de lucha" para defender lo que consideran una "reivindicación justa".
El decreto 5503, vigente desde hace poco más de una semana, estableció incrementos del 86% para la gasolina y del 162% para el diésel, con respecto a los precios subvencionados que regían desde hace más de dos décadas. Estas alzas se acompañan de un aumento del salario mínimo, de 2.750 a 3.300 bolivianos (de 395 a 474 dólares), y de los bonos para estudiantes y adultos mayores.
El Gobierno defiende que el retiro de la subvención era insostenible y garantizó el abastecimiento de combustibles, que había sido escaso durante casi un año y medio. Además, asegura que esta medida le permite un ahorro diario de 10 millones de dólares.
Sin embargo, la COB, que fue aliada política de los Gobiernos de Evo Morales y Luis Arce, se mantiene firme en su rechazo y convocó a una huelga general que, por el momento, solo cumplen los mineros que trabajan para el Estado. Otros sectores, como transportistas y comerciantes, cesaron sus protestas tras lograr acuerdos con el Ejecutivo.
Las marchas de la COB han sido rechazadas por la población en La Paz, mientras que los dirigentes sindicales se han reunido con el presidente Paz sin llegar a ningún acuerdo, ya que condicionan el diálogo a la derogación del decreto, algo que el Gobierno ha descartado.












