Impulsados por su victoria en 2024, Donald Trump y el Partido Republicano parecían tener un dominio inexpugnable. Sin embargo, apenas un año después, una gran parte del electorado estadounidense ya le está dando la espalda, según revelan recientes encuestas.
Una encuesta realizada por un importante instituto republicano muestra que los republicanos están siete puntos por detrás de los demócratas en intención de voto para las elecciones intermedias de 2026. Esto representa una señal preocupante para Trump, cuya agenda política y su imagen pública desenfrenada han asestado un duro golpe a la popularidad del Partido Republicano.
Otros estudios recientes indican que el 54% de los estadounidenses considera que Trump ha excedido los poderes de la presidencia, mientras que solo el 43% preferiría que los republicanos controlaran la Cámara de Representantes, en comparación con el 47% que se inclina por los demócratas.
Además, la aprobación de Trump entre sus partidarios más fervientes ha caído ocho puntos desde abril, del 78% al 70%. Esto sugiere que el apoyo a Trump y a los republicanos está disminuyendo, incluso entre su propia base.
La posibilidad de que Trump y el Partido Republicano mantengan la mayoría en la Cámara de Representantes en 2026 dependerá no solo de las políticas que adopte Trump en los próximos meses, sino también de la capacidad del partido para movilizar a su base más leal. Sin embargo, los últimos datos indican que el escenario político se está inclinando a favor de los demócratas, lo que podría colocar a Trump en una posición vulnerable y reducir significativamente su capacidad para impulsar su agenda.
