El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, celebró una Navidad diferente con un desfile de gran magnitud en una de las zonas que durante años fue considerada entre las más peligrosas del país.
Esta iniciativa forma parte del proceso de recuperación del Centro Histórico de San Salvador, un espacio que durante décadas estuvo marcado por la violencia, el abandono y el control de las pandillas. Según Bukele, rehabilitar este deteriorado sector de la capital ha representado un gran desafío, pero se ha convertido en un símbolo tangible del cambio que atraviesa El Salvador.
El mandatario salvadoreño señaló que históricamente, el Centro Histórico concentró la vida política, económica y social de la capital, pero quedó devastado por terremotos, la guerra civil y la presencia de las maras. Esto provocó que el verdadero centro urbano se desplazara, convirtiendo a esta zona en un territorio prácticamente inhabitable.
No obstante, el proceso de rescate del Centro Histórico se ha convertido en una de las evidencias más claras del renacimiento urbano y social que vive el país. Para Bukele, recuperar este espacio emblemático ha sido un desafío considerable, ya que rehabilitar áreas degradadas resulta mucho más costoso y complejo que desarrollar nuevas zonas desde cero.
El desfile navideño realizado por Bukele en el Centro Histórico es una muestra de cómo esta administración está transformando uno de los sectores más complejos de San Salvador. La celebración, que incluyó música, bailes y la presencia del mandatario, buscó reivindicar el valor histórico y cultural de este espacio, así como enviar un mensaje de esperanza y cambio a los salvadoreños.
La recuperación del Centro Histórico se enmarca en la estrategia integral de seguridad y desarrollo impulsada por el gobierno de Bukele, la cual ha logrado reducir significativamente los índices de violencia en el país. Estas acciones han sido aplaudidas por amplios sectores de la población, pero también han generado críticas por parte de la oposición y organizaciones de derechos humanos.
A pesar de los desafíos, el presidente salvadoreño se ha mostrado decidido a continuar transformando El Salvador, convirtiendo proyectos como la rehabilitación del Centro Histórico en símbolos de un país que busca dejar atrás su turbulento pasado y construir un futuro más próspero y seguro para todos sus ciudadanos.
