La violencia vuelve a golpear a Honduras. Una niña de 10 años perdió la vida en un ataque armado ocurrido dentro de su propia vivienda en la aldea San Martín, municipio de San Esteban, Olancho.
Según las primeras investigaciones, un individuo llegó hasta la casa de la familia de la menor, identificada como Naidy, y abrió fuego en repetidas ocasiones durante una celebración navideña. Tras el ataque, la niña falleció, mientras que el agresor huyó del lugar.
Pobladores del sector señalaron como presunto responsable a la expareja sentimental de una familiar de la víctima, quien residía en la misma casa. Aparentemente, el ataque estaría vinculado a conflictos personales derivados de una separación, y no habría sido el primer incidente violento contra la vivienda.
Familiares y personas cercanas a Naidy expresaron su profundo dolor a través de mensajes en redes sociales, donde lamentaron la muerte de la menor y enviaron muestras de solidaridad a sus padres. "Primita, dueles muchísimo, una niña tan alegre y carismática. Dios te reciba en su santo reino", escribió una familiar.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un informe oficial que confirme la identidad del sospechoso ni las circunstancias exactas del crimen. El velatorio de la menor se realiza en el centro comunal de la aldea San Martín, donde familiares, amigos y vecinos se han congregado para darle el último adiós, en medio de expresiones de dolor, indignación y llamados a justicia.
Esta tragedia se suma a la larga lista de actos de violencia que han golpeado a Honduras en los últimos años, donde la inseguridad y la criminalidad siguen siendo problemas acuciantes. Las autoridades deben actuar con celeridad para esclarecer los hechos y garantizar que los responsables enfrenten la justicia.
