El gobierno de Nigeria, en colaboración con Estados Unidos, ha informado sobre el desarrollo de ataques de precisión contra elementos extremistas vinculados con el grupo Estado Islámico en el noroeste del país. La operación conjunta, de la que no se dieron detalles, se ejecutó con la aprobación de las autoridades nacionales nigerianas, con el objetivo de erradicar elementos terroristas.
Según el comunicado del Director de Información de Defensa, General de división Samaila Uba, los ataques se basaron en información fidedigna y una cuidadosa planificación destinada a debilitar la capacidad operativa de los radicales y minimizar los daños colaterales. Sin embargo, algunos observadores han expresado su preocupación porque los asaltos, organizados con asistencia de organismos militares de Washington, puedan atentar contra la integridad territorial de Nigeria.
El ministro nigeriano de Relaciones Exteriores, Yusuf Tuggar, ha defendido que el gobierno federal no permitirá acción alguna armada que viole la soberanía del país. Por su parte, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró en su plataforma Truth Social que "el Departamento de Guerra (de Defensa) ejecutó numerosos ataques perfectos, como solo Estados Unidos es capaz de hacer" y agregó que, bajo su liderazgo, "nuestro país no permitirá que prospere el terrorismo islámico radical".
Tanto cristianos como musulmanes en Nigeria, que supera los 230 millones de habitantes, han sido víctimas de ataques terroristas en los últimos años. La colaboración entre Nigeria y Estados Unidos en esta operación militar busca hacer frente a la amenaza del Estado Islámico en la región, aunque algunos analistas han expresado preocupación por posibles violaciones a la soberanía nacional.











