Un video viral muestra a un turista británico, identificado como Andy McConnell, interactuando peligrosamente con un pulpo de anillos azules, una de las especies marinas más venenosas del mundo, durante unas vacaciones en Filipinas.
El incidente ocurrió cuando McConnell encontró al pequeño cefalópodo en la orilla del mar y decidió manipularlo con sus manos, sin saber del grave riesgo que corría. El pulpo de anillos azules, que habita aguas poco profundas del Pacífico e Índico, posee una neurotoxina llamada tetrodotoxina capaz de causar parálisis muscular y fallo respiratorio en cuestión de minutos.
Afortunadamente, McConnell logró salir ileso de este "roce con la muerte", como él mismo lo describió en un video publicado en Instagram que se volvió viral en redes sociales. Sin embargo, el caso sirve como una alerta sobre los peligros de interactuar sin conocimiento con la fauna local durante actividades turísticas, especialmente en zonas tropicales y subtropicales donde abundan criaturas venenosas.
Especialistas marinos insisten en que no se debe tocar ni manipular especies desconocidas, pues muchas pueden portar toxinas o comportamientos defensivos peligrosos para los humanos. En el caso de los pulpos de anillos azules, no existe un antídoto específico y el tratamiento depende de una atención médica urgente de soporte vital en caso de envenenamiento.
El video de McConnell acumuló miles de interacciones en redes sociales, pero su experiencia sirve como una lección valiosa sobre la importancia de respetar y mantener distancia de la vida marina durante las actividades turísticas, especialmente en destinos exóticos donde pueden encontrarse especies potencialmente mortales.










