Durante una celebración religiosa en una importante catedral, un individuo enmascarado y vestido con una capa negra irrumpió de forma imprevista, generando gran conmoción entre los asistentes.
Según relatos de testigos, el sujeto, que también llevaba orejas de peluche, avanzó hasta el área del altar y realizó una breve pero llamativa danza antes de ser interceptado y retirado sin resistencia por los guardias de seguridad.
"A mis hijos les dio mucho miedo por un momento", declaró un hombre que asistía al servicio junto a su familia, reflejando la reacción de consternación que provocó el incidente entre los presentes.
Las autoridades eclesiásticas y policiales confirmaron que no hubo necesidad de intervención de los agentes y que la ceremonia pudo continuar con normalidad. Sin embargo, el video de la salida del intruso se viralizó rápidamente en las redes sociales.
Por el momento, la policía local informó que no se ha presentado ninguna denuncia formal contra el sujeto, por lo que no está claro si enfrentará consecuencias legales. No obstante, el episodio ha reabierto el debate sobre la seguridad en los grandes templos y eventos religiosos ante posibles actos imprevistos.
Las autoridades han señalado que investigarán el caso con el fin de determinar las motivaciones detrás de esta extraña interrupción y evaluar si se deben tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad de los fieles en este tipo de celebraciones.
