Darwin Yassir Urbina Meza, un joven originario del caserío El Coyolar número 1 en Yoro, Honduras, fue asesinado dentro de un hotel en San Pedro Sula, menos de 24 horas después de haber sido deportado desde Estados Unidos. La víctima no pudo llegar a reencontrarse con su madre y hermanos, a quienes no veía desde hace 13 años.
Según la información preliminar, el cuerpo de Darwin presentaba heridas producidas con un puñal. Las autoridades policiales aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el crimen, y tanto los responsables como el móvil permanecen desconocidos.
"Lamentable, 13 años trabajados y no volvió a ver a mamá y sus hermanos", relató Lesther Ramos, amigo de la víctima.
El joven hondureño había sido deportado recientemente de Estados Unidos, donde había vivido durante 13 años. Tras su llegada a Honduras, no logró siquiera reunirse con su familia, quienes lo esperaban con ansias después de más de una década de separación.
Familiares y conocidos de Darwin expresaron su consternación ante el hecho y señalaron la urgencia de que las autoridades esclarezcan lo sucedido para dar con los responsables de este asesinato.
El cuerpo de Darwin Yassir Urbina Meza fue trasladado a las instalaciones de Medicina Forense de San Pedro Sula para la realización de la autopsia correspondiente. Las investigaciones continúan para determinar las circunstancias exactas de este trágico suceso.
Este caso pone de manifiesto la difícil situación que enfrentan muchos migrantes deportados, quienes a menudo se encuentran en una situación de vulnerabilidad al regresar a sus países de origen. Expertos en el tema han señalado la importancia de implementar programas de reintegración y apoyo para estas personas, a fin de evitar que se conviertan en víctimas de la violencia.
La Prensa, el decano de los diarios impresos en Honduras y líder en audiencias en las plataformas digitales, se mantiene atenta a la evolución de este caso y continuará informando a sus lectores sobre los avances de la investigación.











