Un reporte interno del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos ha revelado planes para detener hasta 80.000 inmigrantes en grandes almacenes industriales reconvertidos en centros de detención. Según el borrador, estos espacios serían utilizados como parte de un proceso escalonado, donde los inmigrantes serían retenidos primero en centros de procesamiento y luego trasladados a estos almacenes antes de ser deportados.
Cada una de estas instalaciones tendría capacidad para entre 5.000 y 10.000 personas, y estarían ubicadas en estados como Texas, Arizona, California y Florida, en su mayoría en zonas gobernadas por el Partido Republicano, aunque también se incluyen ciudades administradas por demócratas.
Además de los grandes almacenes, ICE contempla la apertura de centros de procesamiento adicionales con menor capacidad, de entre 500 y 1.500 camas, que estarían en estados como Georgia, Louisiana y Mississippi.
Según el borrador, ICE planea compartir esta propuesta con empresas privadas de detención en los próximos días, argumentando que estos nuevos centros permitirán reducir costos, acortar los tiempos de procesamiento, limitar la duración de las estadías y acelerar las deportaciones, todo ello bajo el argumento de garantizar "seguridad, dignidad y respeto" para los detenidos.
Las estructuras serían modificadas para incluir áreas de alojamiento, duchas y baños, cocinas, comedores, zonas recreativas e incluso una biblioteca.
Este plan se da en un contexto de deportaciones aceleradas. Datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indican que desde el 20 de enero de 2025 Estados Unidos ha deportado a más de 605.000 migrantes, como parte de la estrategia de deportaciones masivas impulsada por la Administración de Donald Trump.
La propuesta ha generado críticas y malestar, especialmente después de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) publicara un mensaje navideño generado con inteligencia artificial en el que un Santa Claus aparece actuando como agente migratorio.
Para miles de inmigrantes, la preocupación principal va mucho más allá de ese gesto simbólico, ya que el plan de ICE de utilizar almacenes como centros de detención a gran escala representa una amenaza real a sus derechos y libertades.
