Los repartidores del diario EXPRESO en Guayaquil y el resto del país son los héroes anónimos que, a diario, garantizan que la información independiente circule en Ecuador, a pesar de un contexto cada vez más hostil para la libertad de prensa.
Según el texto publicado por el propio medio, estos catorce mayoristas que distribuyen el diario sostienen "con esfuerzo y valentía" una tarea que va más allá de la simple entrega de un periódico. Enfrentan un clima de "acoso inadmisible" por parte del Servicio de Rentas Internas y la Fiscalía, en un claro intento de intimidarlos y enviar un mensaje a quienes se atreven a trabajar con un medio incómodo para el poder.
Sin el trabajo diario y la firmeza de estos repartidores frente a las presiones, EXPRESO no podría llegar a sus lectores ni resistir la persecución política que enfrenta. Esa persecución, según el medio, tiene un origen claro: la respuesta de un Estado que no tolera el escrutinio público ni la denuncia de la corrupción.
Los medios de comunicación, recuerda el texto, no existen para servir al poder económico o político, sino para "incomodar, fiscalizar y decir lo que otros quieren ocultar". En esta Navidad, EXPRESO expresa su "profundo reconocimiento y respaldo" a estos catorce mayoristas que, pese a todo, han permitido que la sociedad ecuatoriana siga informada.
Estos repartidores se han convertido en los defensores anónimos de un principio esencial: el derecho de los ecuatorianos a una información libre. Su labor, en medio de la persecución, es un acto de valentía y compromiso con la democracia que merece ser reconocido y aplaudido por toda la ciudadanía.











