En un estrecho resultado, el empresario conservador Nasry Asfura ha sido proclamado oficialmente como el nuevo presidente de Honduras, tres semanas después de unas elecciones marcadas por denuncias de fraude electoral.
Asfura, de 67 años y respaldado por el expresidente estadounidense Donald Trump, se impuso con apenas un margen de menos del 1% sobre el presentador de televisión Salvador Nasralla, también de tendencia derechista. La candidata de izquierda, Xiomara Castro, quedó en tercer lugar con el 19,19% de los votos.
La resolución del Consejo Nacional Electoral (CNE) declara a Asfura como "presidente constitucional de la República de Honduras por el período de cuatro años". El empresario de la construcción conquistó la presidencia en su segundo intento, esta vez con el apoyo explícito de Trump, quien amenazó con recortar la ayuda a Honduras si no votaban por su candidato.
Las elecciones quedaron envueltas en denuncias de fraude por parte de Nasralla y Moncada, la candidata de izquierda. El conteo preliminar sufrió varias interrupciones por fallos informáticos y hubo reclamos de los partidos durante el escrutinio de actas con inconsistencias.
Sin embargo, la misión electoral de la OEA descartó "indicios" de fraude, aunque sí constató una falta de "pericia" en el proceso. Por su parte, los observadores de la Unión Europea aseguraron que el escrutinio especial se realizaba de "forma transparente".
El triunfo de Asfura marca el regreso de la derecha al poder en Honduras, luego de cuatro años de gobierno de la izquierdista Xiomara Castro. Su victoria se produce en un contexto de alta polarización política y denuncias de irregularidades, lo que podría generar cuestionamientos sobre la legitimidad de su mandato.
