En un contexto marcado por una estrecha diferencia de votos y cuestionamientos al proceso electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras ha emitido la declaratoria oficial de las elecciones presidenciales, proclamando a Nasry "Tito" Asfura, del Partido Nacional (PN), como presidente electo.
La declaratoria, firmada por las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López y el consejero suplente Carlos Cardona, se produce en medio de denuncias de fraude por parte del partido oficialista Libre y del candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, aunque este último no cuenta con el respaldo de las autoridades de su propio partido.
Según los datos oficiales del CNE, con el 97.86% de las actas escrutadas, Asfura obtuvo aproximadamente 1,479,822 votos, equivalentes a un 40.27%, seguido por Nasralla, con 1,452,796 votos, lo que representa el 39.53%. En tercer lugar se ubicó Rixi Moncada, del partido Libre, con 706,266 votos, es decir, el 19.19%.
La proclamación de Asfura se da en un contexto de cuestionamientos al proceso electoral, con acusaciones de fraude y denuncias de las consejeras Hall y López sobre una presunta persecución política en su contra por parte de instituciones estatales como el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría General de la República.
Ante el estrecho margen entre los principales contendientes, el CNE aprobó previamente la realización de un escrutinio especial de actas, que incluyó revisiones adicionales y recuentos voto por voto en casos específicos, como parte de los esfuerzos para superar la crisis poselectoral.
Nasry Asfura, de 67 años, será el sexto presidente del Partido Nacional en asumir las riendas del país desde el retorno a la democracia en 1981. Entre sus propuestas de gobierno, el presidente electo ha planteado la creación de un ambiente de negocios amigable, la generación de empleo, la reducción de la pobreza, el fomento de la inclusión social y el mejoramiento del acceso a servicios básicos como agua, energía, salud y educación.
