En su tradicional mensaje de Navidad, el rey de España, Felipe VI, advirtió este miércoles sobre la "inquietante crisis de confianza" que atraviesan las sociedades democráticas en un "mundo convulso, donde el multilateralismo y el orden mundial están en crisis".
El jefe de Estado español alertó de que "esta realidad afecta seriamente al ánimo de los ciudadanos y a la credibilidad de las instituciones", lo que a su vez alimenta el auge de "los extremismos, los radicalismos y populismos".
En su discurso desde el Palacio Real en Madrid, Felipe VI reclamó ejemplaridad en el desempeño de los poderes públicos, en un momento en que la tensión política genera "hastío, desencanto y desafección" entre los españoles.
El monarca hizo un llamado a preservar la confianza en la convivencia democrática, cuando se cumplen 50 años de la recuperación de la democracia en España tras cuatro décadas de dictadura militar.
"Preguntémonos, sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?", cuestionó Felipe VI.
El rey destacó que España ha sabido responder a los desafíos internos y externos a lo largo de estos años, pero advirtió que "la confianza no es un legado imperecedero" y que "no basta con haberlo recibido: es una construcción frágil".
Entre las preocupaciones de los españoles que mencionó el monarca se encuentran el aumento del coste de la vida, el acceso a la vivienda, especialmente para los jóvenes, y la incertidumbre laboral generada por los avances tecnológicos.
En este contexto, Felipe VI hizo un llamado al diálogo y al compromiso de todos, pues "en democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas".
Esta fue la tercera ocasión en la que el Palacio Real, y no el de la Zarzuela, fue elegido como escenario para el discurso navideño del rey, el duodécimo que pronuncia desde que asumió el trono en 2014.










