Las autoridades de la Ciudad de México han implementado una serie de medidas restrictivas para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, con el objetivo de reducir los altos niveles de contaminación que se registran durante esas fechas.
Según datos de la administración local, los días 25 de diciembre y 1 de enero suelen presentar picos extremos de contaminación por partículas finas, principalmente debido al uso masivo de juegos pirotécnicos. Estas altas concentraciones de contaminantes alcanzan sus niveles más elevados entre la 1:00 y las 5:00 horas de la madrugada.
Para proteger la salud de sectores vulnerables como niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares, las autoridades han prohibido la detonación de cohetes, juegos pirotécnicos, fogatas y la elevación de aeróstatos sin permiso de la autoridad. Además, se ha instado a evitar el encendido de chimeneas y de fogatas, principalmente en zonas con riesgo de incendios forestales, y a disminuir en lo posible el uso de carbón o leña, tanto en interiores como en exteriores.
Asimismo, se ha pedido a la población no quemar llantas, basura o cualquier otro residuo, participar en la limpieza de calles y banquetas, humedeciendo el suelo antes de barrer para evitar el levantamiento de polvo, y dar aviso a las autoridades en caso de detectar incendios.
Las autoridades también han instado a mantener los vehículos en óptimas condiciones y a cumplir con el Programa de Verificación Vehicular Obligatorio, con el fin de evitar que las unidades generen emisiones que afecten la calidad del aire.
Tanto el Gobierno de la Ciudad de México como la Secretaría del Medio Ambiente han reiterado su compromiso con garantizar el derecho a un medio ambiente sano y a un aire limpio, mediante el fomento de acciones responsables que permitan celebrar estas fechas sin poner en riesgo la salud de la población.











